Es la primera vez que una película me hace sentir desubicado generacionalmente. No sé si influya que es una de las pocas cintas en la que los adolescentes pubertos son interpretados por adolescentes pubertos y no por treintones.
Creo que la idea del desquiciamento juvenil es una situación que se asocia fácilmente para los gringos, por ello no es de extrañar que haya tantas producciones que reflejen las masacres juveniles que se vuelven comunes en sus noticieros.
Bajo esas condiciones hay un factor extraño en All the Boys Love Mandy Lane, la película parece lenta, sin sentido, sin ganas. Entiendo porqué Mandy Lane sube la temperatura de sus compañeros llenos de acné, pero no entiendo porqué ella es un bostezo viviente.
La película tiene atinados momentos de tensión e incluso tomas bien logradas. Pero su cast de adolescentes que a ratos parecen autistas, sin reinas del grito ni nada por el estilo, le quita el sentido a la masacre y a las persecuciones.
¿Cuándo dejaron de existir la emoción y las interpretaciones en las cintas de terror? ¿Las últimas reinas del grito fueron acaso Sarah Michelle Gellar, Neve Campbell o Jennifer Love Hewitt? O será que poco a poco debemos adaptarnos a nuevas condiciones generacionales.
Próximamente participará en la cinta The Proposal con la siempre guapísima Sandra Bullock. Mientras tanto tendrá vigencia en la cartelera cinematográfica gracias a que personifica a Deadpool en X-Men Origins: Wolverine, personaje perteneciente a la generación de los 90 de los X-Men, los New Mutants. 
Deadpool es más cosiderado un antihéroe, cuya identidad secreta es Wade Wilson y, como Wolverine, fue parte de un experiemento paramilitar, el "Arma X". Se trata de uno de los personajes de Marvel con personalidad compleja, así que esperemos a ver cuál es resultado que Reynolds nos ofrecerá.
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