Con la exhibición de X-Men Origins: Wolverine en la pantalla grande llegó la hora de hacer una retrospectiva al género de acción y ciencia ficción que han generado las adaptaciones de los cómics en el cine.
Esta nueva cinta sobre Logan tiene lo que los expectadores esperan: un sinfín de escenas de acción; sin embargo, los amantes de la historienta que conocen bien los orígenes y la vida de James Howlett, seguro notarán los huecos y "arreglos" que se le hicieron a esta nueva versión.
Y no sólo los fanáticos de Wolverine, también aquellos que han leído sobre Deadpool y Gambit podrían cuestionar su tratamiento dentro de la trama. Siendo Remy LeBeau uno de los miembros más representativo de los X-Men siempre he cuestionado el porqué su aparición hasta esta "historia paralela".
Ahora bien, entiendo que Hugh Jackman ya es imponente personificando a Wolverine, por lo mismo es razonable que se haya buscado a un actor consumado como Liev Schreiber para personificar a Sabretooth -cuando en X-Men se echó mano de un luchador sin experiencia-, por tal razón no entiendo el porqué alguien como Taylor Kitsch obtuvo el papel de Gambit, que a decir verdad, si no fuera por los efectos especiales, su apareción sería mucho más desdibujada.
Digo esto porque a la que han llamado la culminación de las cintas basadas en un cómic, The Dark Knight, obtiene su valor precisamente en la cercanía que las interpretaciones lograron con respecto al punto culminate de los personajes dentro de la historieta; la misma Sin City de Robert Rodriguez y Frank Miller por eso logró su éxito, no seguir por esa línea fue lo que provocó que Miller llevará a The Spirit al fracaso.
Y es que ahora ya todos quieren una "versión más oscura" de todas las cintas de superhéroes, por eso dieron fin a la trilogía de Fantastic 4 -seamos realistas, el rubio falso de Jessica Alba no pudo ser tan decisivo-; digo esto porque parece que después de The Dark Night la aspiración de cada cinta es lograr superarla o imitarla, sólo Iron Man ha estado cerca de ello, según los especialistas.
Estoy conciente que Hugh Jackman personificando a Logan está alejado de los parámetros que se le dieron al personaje dentro del cómic, pero su interpretación creó un nuevo concepto que rescató lo más sobresaliente de lo plasmado en la historieta; está claro que nació un Wolverine que necesitaba más proyección, porque a decir verdad, él ya era el personaje principal en las cintas de Bryan Singer y aún así le produjeron una especie de spin off.
Acción en la cinta hay mucha y bien lograda, pero es tan debordante que es obvio que ahora las películas sobre cómics buscan superarse entre sí sólo mediante efectos especiales. Debe existir mucho más que eso: las actuaciones son primordiales, la adaptación del guión más aún.
Se trata de crear una nueva versión con identidad propia pero conservando la escencia de la historieta. Fantastic 4 no pudo ser una "historia oscura" porque el mismo cómic no lo es; X-Men es sobre un grupo de héroes donde por supuesto hay líderes, pero todos tienen su momento de gloria; The Spirit tiene un aire policiaco, pero no pudo gestarse en las calles de Sin City.
Bien por Hugh Jackman y sobre todo por Liev Schreiber, mal por el crew que piensa que a la cinta sólo la definía la acción y un par de actores. El imdb le da 6.8, merecido. Por cierto me quedé esperando la ya clásica aparición de Stan Lee.
Esta nueva cinta sobre Logan tiene lo que los expectadores esperan: un sinfín de escenas de acción; sin embargo, los amantes de la historienta que conocen bien los orígenes y la vida de James Howlett, seguro notarán los huecos y "arreglos" que se le hicieron a esta nueva versión.
Y no sólo los fanáticos de Wolverine, también aquellos que han leído sobre Deadpool y Gambit podrían cuestionar su tratamiento dentro de la trama. Siendo Remy LeBeau uno de los miembros más representativo de los X-Men siempre he cuestionado el porqué su aparición hasta esta "historia paralela".
Ahora bien, entiendo que Hugh Jackman ya es imponente personificando a Wolverine, por lo mismo es razonable que se haya buscado a un actor consumado como Liev Schreiber para personificar a Sabretooth -cuando en X-Men se echó mano de un luchador sin experiencia-, por tal razón no entiendo el porqué alguien como Taylor Kitsch obtuvo el papel de Gambit, que a decir verdad, si no fuera por los efectos especiales, su apareción sería mucho más desdibujada.
Digo esto porque a la que han llamado la culminación de las cintas basadas en un cómic, The Dark Knight, obtiene su valor precisamente en la cercanía que las interpretaciones lograron con respecto al punto culminate de los personajes dentro de la historieta; la misma Sin City de Robert Rodriguez y Frank Miller por eso logró su éxito, no seguir por esa línea fue lo que provocó que Miller llevará a The Spirit al fracaso.
Y es que ahora ya todos quieren una "versión más oscura" de todas las cintas de superhéroes, por eso dieron fin a la trilogía de Fantastic 4 -seamos realistas, el rubio falso de Jessica Alba no pudo ser tan decisivo-; digo esto porque parece que después de The Dark Night la aspiración de cada cinta es lograr superarla o imitarla, sólo Iron Man ha estado cerca de ello, según los especialistas.
Estoy conciente que Hugh Jackman personificando a Logan está alejado de los parámetros que se le dieron al personaje dentro del cómic, pero su interpretación creó un nuevo concepto que rescató lo más sobresaliente de lo plasmado en la historieta; está claro que nació un Wolverine que necesitaba más proyección, porque a decir verdad, él ya era el personaje principal en las cintas de Bryan Singer y aún así le produjeron una especie de spin off.
Acción en la cinta hay mucha y bien lograda, pero es tan debordante que es obvio que ahora las películas sobre cómics buscan superarse entre sí sólo mediante efectos especiales. Debe existir mucho más que eso: las actuaciones son primordiales, la adaptación del guión más aún.
Se trata de crear una nueva versión con identidad propia pero conservando la escencia de la historieta. Fantastic 4 no pudo ser una "historia oscura" porque el mismo cómic no lo es; X-Men es sobre un grupo de héroes donde por supuesto hay líderes, pero todos tienen su momento de gloria; The Spirit tiene un aire policiaco, pero no pudo gestarse en las calles de Sin City.
Bien por Hugh Jackman y sobre todo por Liev Schreiber, mal por el crew que piensa que a la cinta sólo la definía la acción y un par de actores. El imdb le da 6.8, merecido. Por cierto me quedé esperando la ya clásica aparición de Stan Lee.
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